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imagen de mujer en la ducha

Consejos para cuidar tu higiene íntima

Salud de la Mujer
Tiempo de lectura: 5 min
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Una de las zonas del cuerpo que más cuidado necesita en la mujer es la zona vaginal. A veces nos olvidamos de ella pero mantener una higiene íntima correcta es clave para prevenir ciertas molestias y posteriores dolencias. A continuación te explicamos cómo cuidarte con sencillos consejos para tu higiene íntima.

¿Qué es la higiene vulvo-vaginal?

Empecemos por lo fundamental. La higiene de la zona vulvo-vaginal hace referencia a la limpieza del área genital de las mujeres, una zona delicada que requiere de unos cuidados específicos con productos que sea respetuosos y suaves con nuestro cuerpo. La vulva y la vagina poseen mecanismos de defensa, como el pH ácido o la flora bacteriana. Cualquier alteración puede provocar:

  • Infecciones urinarias como la cistitis o la infección de la vejiga que pueden conllevar dolor al orinar, ganas constantes de hacer pis, sangre en la orina y molestias en la zona de la vejiga.
  • Vulvovaginitis, una inflamación que puede ser infecciosa o irritativa y que provoca flujo vaginal abundante, mal olor, picor, enrojecimiento, dolor durante las relaciones sexuales, manchas en la ropa interior o incluso molestias al orinar.
Imagen de baño

¿Cómo limpiar la parte intima de la mujer?

Para mantener la mucosa vulvovaginal higienizada es suficiente lavar la zona con agua o con geles íntimos suaves dos veces al día: al levantarse y al acostarse. Se debe lavar tanto la vulva, como los pliegues de los labios mayores y menores y toda la zona de alrededor del clítoris.

No debemos lavar el interior de la vagina, ya que ella misma se autorregula al liberar cada día una cantidad de flujo vaginal. Normalmente es un flujo de color blanco (más amarillento cuando se seca), viscoso, dulce y con un olor poco desagradable. Este flujo aumenta durante la excitación sexual y con la ovulación, de hecho, en este momento de fertilidad de la mujer, el flujo suele ser más elástico para que pueda “atrapar” a los espermatozoides y favorecer el embarazo.

No se recomienda realizar duchas vaginales en nuestra rutina de higiene, ya que pueden cambiar el pH de la zona vaginal y producir inflamación o infección.

imagen de mano con jabón

¿Qué productos debemos usar?

Tienen que ser productos específicos para respetar el pH vaginal. El pH es el que mide el grado de acidez y de alcalinidad. En el caso del pH vaginal es más ácido y oscila entre 3,8-4,5 en una mujer en edad fértil y es más alcalino en la etapa de la menopausia (5-7,5). El producto, por tanto, debe estar formulado específicamente para el cuidado íntimo, por eso hay que evitar el jabón común, el gel de ducha o el champú para esa zona, ya que pueden dañar la flora y la acidez natural.

mujer en la ducha

Ph vaginal: cómo cambia en cada etapa de la mujer

Infancia: durante la infancia la vulva es delgada y delicada, y, junto con la falta de estrógenos, se vuelve más susceptible a cualquier infección o irritación. Su pH es neutro (alrededor de 7).

Edad fértil: durante la edad fértil, que se cuenta desde la primera regla hasta el inicio de menopausia, hay una mayor secreción de estrógenos. En esta edad, la flora bacteriana es variada y se caracteriza por la presencia de Lactobacillus, pero puede disminuir con la toma de antibióticos o algunos anticonceptivos. El pH en esta etapa es más ácido (entre 3.8 y 4,5).

Durante la menstruación el pH cambia: en los días premenstruales se encuentran los valores más bajos y el pH se eleva a valores neutros o ligeramente alcalinos, lo que puede causar la aparición de patógenos vaginales.

Con la menstruación, aumenta el pH y la zona genital está húmeda por el sangrado, lo que aumenta el riesgo de infección. Por tanto, en estos días, la higiene debe ser más frecuente y se deben cambiar las compresas o tampones con regularidad, aunque la cantidad de flujo no sea muy abundante.

Embarazo: en esta etapa aumenta la producción de estrógenos y el riego sanguíneo hacia la zona vaginal, de ahí que aumente el flujo o moco cervical. El pH vaginal se vuelve más ácido por la mayor presencia de estrógenos (4,0-4,5).


Menopausia: es una etapa caracterizada por una disfunción ovárica y una bajada de estrógenos. Este cambio hormonal altera la flora natural y baja la cantidad de Lactobacillus, que puede producir sequedad vaginal y vaginitis. El pH vaginal es más alcalino (5,0 - 7,5) en este periodo.

mujer en tina de baño

5 consejos de higiene íntima

  • Utilizar productos neutros que no alteren el pH natural. Un ejemplo es el gel íntimo Saforelle, formulado especialmente para la higiene íntima y corporal de las pieles sensibles e irritadas. Con extracto natural de Bardana, calma la irritación y respeta la zona íntima a diario. Su formulación suave y sin jabón es ideal para su uso diario, puesto que respeta el equilibrio natural de la flora íntima.
  • Utilizar la mano en vez de esponjas que acumulan microorganismos.
  • Usar ropa interior de algodón y evitar pantalones y prendas íntimas excesivamente ajustadas.
  • Lavar las manos y la zona genital antes y después de las relaciones sexuales.
  • Limpiar siempre la zona perineal de adelante hacia atrás para no arrastrar gérmenes desde el ano hacia la vulva.