Testimonios de Profesionales Sanitarios
Médicos, Farmacéuticos y otros Profesionales de la Salud que prescriben y aconsejan homeopatía nos cuentan por qué decidieron integrarla.
Cinco profesionales sanitarios que trabajan a diario con la homeopatía comparten su testimonio. Descubre qué les llevó a descubrirla y por qué decidieron recomendarla.
¿Por qué decidiste formarte en homeopatía?
Siempre he pensado que no se puede entender la enfermedad y el sufrimiento de las personas si no las contemplamos en toda su dimensión, eso que ahora se denomina una visión biopsicosocial del ser humano. Desde el primer contacto que tuve con la homeopatía me di cuenta que esta terapéutica entendía la salud y la enfermedad desde esa misma óptica.
Además, empezaba a ver cada vez más pacientes que me contaban los buenos resultados que obtenían con los medicamentos homeopáticos y pensé: “Yo también quiero aprender a usar la homeopatía”.
¿Qué te aporta la homeopatía en tu práctica clínica?
Lo primero, como ya comentaba, una aproximación profunda y global a la realidad de cada paciente. La homeopatía me permite, realmente, hacer eso a lo que todos los médicos creo que aspiramos: tratar a la persona enferma, no solo a su enfermedad.
Además, los medicamentos homeopáticos son tan seguros que podemos utilizarlos en todo tipo de personas; niños, bebés, mujeres embarazadas, personas muy mayores e, incluso, personas polimedicadas.
¿Cuáles son las patologías en adultos que se pueden tratar con homeopatía?
Hay que pensar que los medicamentos homeopáticos actúan estimulando los propios recursos de reequilibrio y curación que todos tenemos, algo que siempre resulta de interés en cualquier dolencia que una persona esté sufriendo y, en este sentido, podremos utilizar los medicamentos homeopáticos en infinidad de procesos, tanto agudos como crónicos.
En mi caso, la lista de las patologías que abordo en la consulta con la homeopatía sería muy larga. Solo por nombrar quizás las más frecuentes; dolores del aparato locomotor, incluidos los procesos reumáticos, problemas alérgicos, eccemas, psoriasis, urticarias y otros problemas de piel, dolencias digestivas como el estreñimiento, meteorismo, colon irritable y patología inflamatoria intestinal, cuadros de ansiedad, depresión, fatiga mental y emocional, fibromialgia y síndromes de fatiga crónico o problemas respiratorios, y como digo, solo por nombrar algunos.
Insistir en que con la homeopatía podremos abordar situaciones agudas y crónicas y que, en mi experiencia como médico puericultor, el uso de los medicamentos homeopáticos en los niños es un recurso inestimable a la hora de tratar la mayoría de los problemas habituales que presentan en consulta.
¿Cómo integras la homeopatía en tu consulta?
Yo soy médico y, como tal, mi deber y mi vocación es intentar ayudar a mis pacientes con todas las opciones de tratamiento que tenga a mi alcance, siempre priorizando aquellas que le proporcionen el mayor beneficio con el menor daño. Desde ahí elijo el lugar que los medicamentos homeopáticos deben ocupar en el tratamiento de cada paciente, siempre individualizando.
Así, hay muchos casos en donde la homeopatía es suficiente por sí sola para tratar a muchos pacientes y otras veces, cuando considero que el caso lo requiere, puedo acompañar medicamentos homeopáticos con fármacos convencionales. La idea siempre es integrar, sumar, en beneficio del paciente.
¿Qué perfil de pacientes acuden a tu consulta?
El perfil de los pacientes que acuden a mi consulta es universal. Acuden todo tipo de personas, desde bebés hasta pacientes de muy avanzada edad y con una gran diversidad de patologías. En definitiva, lo que todos buscan es integrar la homeopatía en el cuidado de su salud sumando posibilidades de mejorar de sus dolencias.
En mi experiencia, lo que más valoran los pacientes de la homeopatía es su seguridad y la forma global que tiene de acercarse a su enfermedad. Recuerdo una frase que hace ya años me dijo una paciente, terminando ya la consulta: “Doctor, me han mirado el estómago, el hígado, el cerebro...pero a mí nunca me habían mirado”. Esta aproximación biopsicosocial al sufrimiento del paciente no es exclusiva de la homeopatía, por supuesto, pero sí característica.
Y también haría mención a un perfil muy particular de pacientes; las mujeres embarazadas, que buscan tratamientos seguros y sin riesgos para infinidad de situaciones que les acontecen durante su embarazo, y los pacientes con cáncer, que vienen buscando un apoyo frente a los efectos secundarios de su tratamiento oncológico que les permita sobrellevarlo con la mayor calidad de vida posible y, además, que les permita cumplir con dicho tratamiento de la manera más rigurosa posible.
¿Por qué decidiste formarte en homeopatía?
Decidí formarme en homeopatía al ver el espectacular resultado de esta terapéutica en mi madre, quien cogió un resfriado de verano que se trató con antibióticos y corticoides sin resultados; a los dos meses, aún con síntomas, una vecina le recomendó que tomara homeopatía y fue así como se curó. A partir de ahí, empecé a realizar cursos hasta llegar a especializarme en terapéutica homeopática.
¿Qué te aporta la homeopatía en tu consejo como farmacéutica?
El conocimiento de la homeopatía aporta mayor probabilidad de éxito terapéutico en nuestra recomendación farmacéutica, ya que disponemos de más herramientas para poder ayudar a la persona que nos pide un consejo.
¿Cuáles son las patologías que sueles tratar con homeopatía en la farmacia?
En mi caso, las patologías que suelo tratar con homeopatía son la mayoría de síntomas menores, desde tos, síntomas gripales, faringitis, afonías, dolores, trastornos de dentición y cólicos en lactantes, problemas dermatológicos como pequeñas quemaduras, picaduras de insectos, irritaciones de la piel y/o mucosas, problemas digestivos, herpes peribucal, náuseas del embarazado, cinetosis, trastornos leves de ansiedad, insomnio, etc. Además, también trato con homeopatía otros problemas como verrugas, molusco contagioso y otras afecciones en las que disponemos de pocos recursos terapéuticos convencionales.
¿Cómo integras la homeopatía en tú día a día?
La manera de integrar la homeopatía en la farmacia ha sido “normalizándola”, es decir, recomendándola al igual que haría con cualquier otro tipo de medicamento o producto, independientemente de quién me pida el consejo (embarazada, lactante, polimedicado, o persona sana sin problemas de salud…). Al principio la recomendaba solo a población más sensible a la que no se le podía recomendar nada más, pues la homeopatía se caracteriza no solo por su eficacia sino por su seguridad, pero me di cuenta de que estaba excluyendo gran parte de la población de los beneficios de esta terapéutica y ahí hice un giro en mi manera de recomendar: puse la homeopatía al mismo nivel que cualquier otro medicamento o producto de recomendación de la farmacia.
¿Cuál es el perfil de pacientes que acuden a tu farmacia?
El perfil de pacientes a los que recomiendo homeopatía es muy variable: incluye tanto hombres como mujeres, más bien de mediana edad, aunque también trato pacientes de pediatría y de edad avanzada. Al integrar la homeopatía en mi recomendación, no sólo la recomiendo a población más sensible sino que el perfil de paciente es más amplio.
¿Por qué decidiste formarte en homeopatía?
Empecé mi formación hace 14 años. Como muchos compañeros, todo empezó por curiosidad y búsqueda de respuestas. La homeopatía era una desconocida para mí, pero tenía pacientes que hablaban de ella y me sonaba de oír hablar de ella en los medios de comunicación. En ese momento decidí empezar a formarme, aunque, sinceramente, no tenía claro que me fuera a aportar algo. Como muchos otros compañeros, tenía muchas dudas sobre su funcionamiento y las posibilidades de tratamiento. Era un gran escéptico. Sin embargo, descubrí un conjunto de herramientas muy útil para mi consulta y que no he dejado de estudiar.
¿Qué te aporta la homeopatía en tu práctica clínica?
La homeopatía me ha permitido ayudar a pacientes que, antes de conocerla, no les daba solución a sus problemas. Además, por las peculiaridades de la historia clínica homeopática, me permite profundizar más en los problemas de mis pacientes, empatizando con ellos y teniendo en cuenta detalles de interés a los que antes no les daba importancia y pasaba por alto. Esto lleva a mejorar la relación médico-paciente y a entender mejor sus problemas.
¿Cuáles son las patologías en adultos que se pueden tratar con homeopatía?
Las patologías en las que más utilizo homeopatía son, sobre todo, aquellas en las que tenemos poca alternativa terapéutica, como los problemas que rodean al embarazo, pero también en otras patologías que sí tienen otras tratamientos y en las que la homeopatía me ha dado buenos resultados, como pueden ser las infecciones de repetición, problemas osteoarticulares, trastornos emocionales, patología dermatológica, trastornos digestivos, migrañas, y una lista extensa de patologías.
¿Cómo integras la homeopatía en tu consulta?
Es una herramienta que forma parte del día a día de mi consulta. Son medicamentos que se mezclan con el resto dentro de mi vademecum personal. En algunas ocasiones la utilizo sola, en trastornos de ansiedad, para evitar efectos de benzodiazepinas; también en trastornos de menopausia, y otras patologías. Pero, en muchas otras, la utilizo asociada a otros tratamientos, como por ejemplo en pacientes que ya están en tratamiento con ansiolíticos y quieren reducir dosis, pacientes en tratamiento con quimio y/o radioterapia y presentan efectos secundarios. Este último punto es de gran interés puesto que con homeopatía, esos efectos secundarios pueden ser más llevaderos, mejorando la calidad de vida del paciente.
¿Qué perfil de pacientes acuden a tu consulta?
Como Médico de Familia, a mi consulta acuden pacientes con un perfil variado en cuanto a edad y patologías. No a todos les acabo prescribiendo homeopatía, pero sí que en todos utilizo mis conocimientos en este campo para empatizar y entender sus problemas, intentando llegar a la mejor solución posible.
¿Por qué decidiste formarte en homeopatía?
Sinceramente comencé mi formación en Homeopatía por curiosidad.
¿Qué te aporta la homeopatía en tu práctica?
A diario me aporta una herramienta útil, eficaz y segura, además de llenar muchos huecos donde otros medicamentos no llegan.
¿Cuáles son las patologías que sueles tratar con homeopatía en la farmacia?
En su gran mayoría recomiendo la homeopatía para niños en múltiples patologías. Así como para problemas de piel en todo tipo de grupos de población. Los problemas emocionales, también son una magnífica diana para los tratamientos homeopáticos.
¿Cómo integras la homeopatía en tú día a día?
La integración es sencilla y fluida; cuando creo que puede ser beneficiosa lo planteo a cualquier paciente que me solicita consejo.
¿Cuál es el perfil de pacientes que acuden a tu farmacia?
El perfil de paciente es difícil de determinar, ya que, además, de nuestra clientela habitual, recibimos mucha gente que viene a pasar aquí sus vacaciones y también nos visita.
¿Qué te llevó en 2017 a escribir y publicar el libro: “Casos Clínicos tratados con Homeopatía desde la Oficina de Farmacia. ¿Elucubraciones o Evidencias?”
Mi intención escribiendo un libro donde plasmar casos de éxito basados en mi recomendación personal de medicamentos homeopáticos a pacientes desde mi consejo como farmacéutica, era dar a conocer la eficacia que yo había podido constatar con unos medicamentos que se cuestionaban tan duramente en ese momento. No pretendía con ello que mi testimonio fuera tomado como una prueba científica, pero sí por supuesto, incentivar a la reflexión y al avance en la investigación de aquello que yo estaba viviendo y evidenciando desde mi práctica profesional.
¿Por qué decidiste formarte en homeopatía?
Desde que era una niña, en mi casa se habían utilizado algunos medicamentos homeopáticos y tenía interés en profundizar un poco y saber cómo poder utilizarlos con mis pacientes. Sin embargo, fue sobre todo a raíz de tener a mis hijas cuando empecé a interesarme más en saber cómo usarla.
¿Qué te aporta la homeopatía en tu práctica clínica?
Yo soy pediatra, así que la homeopatía me ha descubierto un mundo nuevo para tratar a mis pacientes. Hay muchas patologías típicas de la infancia que no se pueden abordar con fármacos tradicionales pero sí con medicamentos homeopáticos, así que la homeopatía me ha abierto un abanico inmenso de posibilidades.
¿Cuáles son las patologías infantiles que se pueden tratar con homeopatía?
Diría que todas. Yo todavía estoy aprendiendo y poco a poco voy afianzando mis conocimientos e integrándolos en mi práctica clínica, a veces como tratamiento único y otras en combinación con otros fármacos tradicionales. Actualmente, para las patologías que más utilizo la homeopatía son: bronquitis, laringitis, catarros, dermatitis, alergias... sin embargo, cada día voy integrando esta terapéutica en el abordaje de más y nuevas patologías con resultados satisfactorios. Con mis hijas utilizo los medicamentos homeopáticos para todo.
¿Qué perfil de pacientes acuden a tu consulta?
En mi consulta veo urgencias pediátricas como las que se pueden ver en las urgencias de un centro de salud. Así que vienen pacientes de todo tipo casi siempre con patologías agudas, pero que muchas veces son patologías recidivantes con las que los padres ya están "cansados" de estar siempre con lo mismo y agradecen un tratamiento que tenga un enfoque diferente, no tanto para abordar el episodio agudo de ese momento, sino también para tratar de evitar que este se vuelva a repetir con tanta frecuencia.
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