La gastroenteritis aguda es un trastorno de salud muy común que todos hemos experimentado en algún momento. Seguro has pasado por episodios de malestar estomacal, náuseas, vómitos y diarrea, síntomas desagradables que afectan de manera muy directa a tu rutina diaria.
Tipos de gastroenteritis
La gastroenteritis aguda puede provocar, además de diarrea, otros síntomas como náuseas, vómitos y calambres abdominales.
La definición que nos da la Real Academia de la Lengua (RAE) es que la gastroenteritis es una “inflamación simultánea de la membrana mucosa del estómago y de la de los intestinos.”
Aunque por norma general nos referimos con el término gastroenteritis para episodios en los que nuestro sistema digestivo se desequilibra, en realidad hay dos grandes tipos de gastroenteritis:
La gastroenteritis aguda: que efectivamente es una dolencia puntual y que se suele pasar en un máximo de entre 5 y 7 días, dependiendo de la gravedad. En este caso, lo más importante es aliviar los síntomas y evitar deshidratación.
La gastroenteritis crónica: persiste durante un período prolongado, a menudo semanas o incluso meses, y los síntomas pueden ser menos intensos pero recurrentes. En este caso, es fundamental identificar y tratar la causa subyacente, como infecciones persistentes, enfermedades inflamatorias intestinales o intolerancias alimentarias.
Cuáles son las causas de la gastroenteritis aguda y quiénes son más propensos a tenerla
La gastroenteritis aguda puede ser causada por una intoxicación alimentaria, agua con un tratamiento insuficiente, infecciones virales, bacterianas o parasitarias, etc. Te explicamos en qué consiste cada una de ellas:
Infecciones virales: los virus gastrointestinales, como el rotavirus, el norovirus y el adenovirus, son las causas más frecuentes de la gastroenteritis aguda. Estos virus se propagan fácilmente de persona a persona a través del contacto directo, la ingestión de alimentos o aguas contaminadas, o el contacto con superficies infectadas (mesas, cubiertos, vasos, botellas, etc.)
Infecciones bacterianas: como por ejemplo la Salmonella, Escherichia coli (E. coli), Campylobacter y Shigella, pueden provocar gastroenteritis aguda cuando se consumen alimentos o agua que contienen estas bacterias. Lo más habitual es que se encuentren en alimentos crudos o poco cocinados, productos lácteos no pasteurizados y agua contaminada. También si la manipulación de los alimentos no se hace con la máxima precaución (cocineros, camareros, etc.)
Infecciones parasitarias: algunos parásitos, como Giardia lamblia y Cryptosporidium, también son los causantes de la gastroenteritis aguda. Estos parásitos suelen encontrarse en fuentes de agua (incluso potabilizada), alimentos mal lavados y en áreas con higiene deficiente.
Más adelante te explicamos las medidas y precauciones para tratar de evitar la gastroenteritis (en la medida de lo posible).
Por otro lado, ciertos factores pueden aumentar la predisposición de una persona a desarrollar gastroenteritis aguda. Estos incluyen:
- Niños pequeños y bebés: debido a su sistema inmunológico, los niños pequeños y los bebés son más propensos a contraer gastroenteritis aguda.
- Personas mayores: a medida que envejecemos, nuestro sistema inmunológico puede debilitarse, lo que aumenta el riesgo de desarrollar gastroenteritis aguda y experimentar complicaciones más graves.
- Personas con sistemas inmunológicos debilitados: ya sea por enfermedades crónicas, o bien medicamentos inmunosupresores, tienen un mayor riesgo de contraer gastroenteritis aguda.
- Contacto cercano con personas infectadas: tener contacto cercano con personas infectadas aumenta la probabilidad de exposición a los virus o bacterias que causan la gastroenteritis aguda, no se extreman las precauciones de higiene adecuadas.
Prevención contra la gastroenteritis aguda
La prevención de la gastroenteritis aguda implica la adopción de medidas higiénicas y el cuidado al manipular alimentos y bebidas. Además, hay otras medidas que pueden ayudar a mantener la flora intestinal equilibrada y reforzar el sistema inmunológico, lo cual puede contribuir a la prevención de la gastroenteritis aguda.
Aquí tienes algunas recomendaciones:
- Probióticos: son bacterias beneficiosas que pueden ayudar a mantener un equilibrio saludable en la flora intestinal. Se encuentran en alimentos como el yogur, el kéfir y el chucrut.
- Alimentación equilibrada: asegúrate de incluir frutas, verduras, cereales y pastas enteros, proteínas magras y grasas saludables en tu dieta diaria. Estos alimentos proporcionan vitaminas, minerales y antioxidantes necesarios para fortalecer el sistema inmunológico.
- Reducción del estrés: si es crónico puede afectar negativamente al sistema inmunológico y aumentar la susceptibilidad a las enfermedades. Practicar técnicas de relajación, como meditación, yoga o ejercicios de respiración, pueden ayudarte a reducirlo.
- Descanso adecuado: dormir lo suficiente y que el descanso sea de calidad es fundamental para mantener un sistema inmunológico saludable. Intenta establecer una rutina de sueño regular y asegúrate de descansar lo necesario para promover una buena salud en general.
Si bien estas medidas pueden ser beneficiosas para mantener la microbiota y reforzar el sistema inmunológico, es importante recordar que no son sustitutos de las medidas de prevención básicas, como el lavado de manos y la higiene alimentaria. Utilizar estas recomendaciones en conjunto puede ayudar a fortalecer tu organismo y reducir el riesgo de gastroenteritis aguda.
La homeopatía en la gastroenteritis aguda
Ante una gastroenteritis aguda, es crucial recibir un diagnóstico médico, valorando la sintomatología y que confirme que es de origen vírico/bacteriano. Si es el caso, el tratamiento principal se centra en rehidratación y una dieta astringente.
En estos casos, la homeopatía puede ser una opción más para ayudar con los síntomas de las gastroenteritis agudas, utilizando medicamentos específicos que el profesional de la salud formado en homeopatía podrá seleccionar en función de cada caso.
En conclusión, la homeopatía es una opción terapéutica más para ayudar en el tratamiento de la gastroenteritis aguda. Su objetivo terapéutico es aliviar los síntomas y reducir la duración de la enfermedad. La homeopatía es una terapia individualizada, que tiene en cuenta las características y manifestaciones específicas de la enfermedad en cada paciente.
Siempre es recomendable consultar a un médico o un farmacéutico formado en homeopatía para recibir el tratamiento adecuado y personalizado.