Homeopatía en la Salud de la Mujer

¿Por qué las mujeres son las principales usuarias de homeopatía?

Según el barómetro 2018 del CIS, que medía el conocimiento y consumo de terapias alternativas en España, se concluyó que el perfil de persona que más utiliza homeopatía en nuestro país era mujer, de mediana edad, de clase media-alta y con estudios universitarios. A este respecto, existen varias explicaciones en torno al porqué de este mayor uso de la homeopatía por parte de las mujeres, y que se complementan entre sí.

En primer lugar y más evidente, tradicionalmente a la mujer le ha sido atribuido el cuidado de toda la familia, en especial el de los hijos, y eso incluye los temas relacionados con la salud y su gestión. Sin embargo, como afirman los doctores Gonzalo Fernández-Quiroga y Guillermo Basauri en el blog Hablando de Homeopatía, para entender la causa de su elección es necesario fijarse en el cómo aborda la homeopatía las diferencias entre mujeres y hombres.

Homeopatía: una parte de la medicina que responde a las particularidades de la mujer

Si bien se deben seguir combatiendo las desigualdades sociales existentes entre hombres y mujeres, la reivindicación de la igualdad en el campo de la salud debe pasar, precisamente, por el reconocimiento de nuestras diferencias: cromosómicas, fisiológicas y hormonales. Y es que, en el terreno de la medicina, existen especificidades innegables propias de la mujer como son los períodos dolorosos, las repetidas infecciones del tracto urinario y candidiasis, los síntomas de la menopausia o el propio embarazo. Es justamente en ese sentido que la homeopatía es capaz de brindar un tratamiento adaptado a la realidad de las mujeres y sus especificidades, acompañándolas a lo largo de todas las etapas de su vida.

El papel de las médicas homeópatas en la defensa de los derechos de la mujer

No obstante, también resulta interesante resaltar la relación que las mujeres y la homeopatía han tenido en el contexto histórico, como un factor influyente, ya sea conscientemente o no. Y es que el movimiento homeopático, desde sus inicios, se asoció a los movimientos más progresistas en favor de los derechos de las mujeres.

Un gran ejemplo es la historia de las primeras mujeres médicas homeópatas en los Estados Unidos. Tal y como narra el doctor Gonzalo Fernández-Quiroga, fueron ellas las que se ocuparon de la salud de las mujeres de forma integral y se abrieron paso, a finales del siglo XIX, en un sector monopolizado por hombres. La homeopatía jugó entonces un papel relevante facilitando el acceso a las mujeres a sus cursos o grados, extendiéndose así las llamadas “sociedades fisiológicas de mujeres”. Éstas buscaban hacer a la mujer más consciente de su cuerpo y de las posibilidades naturales de curación, creando servicios para el bienestar de la mujer en hospitales y clínicas, así como promover el movimiento de liberación de la mujer, fundando escuelas médicas para mujeres y luchando por su derecho al voto.

Por tanto, se podría decir que la homeopatía y sus representantes femeninas (1) de la época jugaron un papel clave en el empoderamiento de la mujer, tanto en Estados Unidos como en otros países como Canadá o Brasil e, indirectamente, en el resto del mundo.

Homeopatía en las diferentes etapas de la mujer

La homeopatía se configura como un gran aliado para la mujer por ser capaz de acompañarla a lo largo de todas las etapas de la vida, con un buen perfil de seguridad y de forma integral.

Ya sea ayudando a mitigar el dolor y a reducir la fatiga derivados de la menstruación (dismenorrea)(²⁾, contribuyendo con la preparación al parto (3) y la recuperación posparto -estimulando la subida de la leche (4) y siendo de utilidad en los casos de depresión posparto (5), a través de sus medicamentos aptos para los periodos de embarazo o lactancia (6) o aliviando las molestias incómodas naturales de la menopausia(7).

Asimismo, también cabe destacar que la terapéutica homeopática puede resultar eficaz en otros ámbitos patológicos como el alivio de las molestias derivadas de las infecciones urinarias -mucho más frecuentes en mujeres-, además de espaciar o evitar su repetición.

Sin embargo, restringir estas especificidades de la salud de la mujer al ámbito ginecológico podría resultar reduccionista. Ciertas patologías llevan mucho tiempo infradiagnosticadas porque fueron aprehendidas con género a priori. Por ejemplo, tradicionalmente etiquetadas como “masculinas”, las enfermedades cardiovasculares son, sin embargo, la principal causa de mortalidad femenina (⁸⁾, mucho antes que el cáncer de mama.

En ese sentido, la homeopatía, gracias a su visión personalizada e individualizada desempeña un rol fundamental en los objetivos de informar, promover la prevención y limitar la patologización de determinadas condiciones. Esto ocurre, por ejemplo, en el caso de la menstruación: sin haberse estudiado ni establecido cuál es el patrón normal de la menstruación, salvo el que plantea la médica Valls (2010: 135-136)(⁹⁾ basado en mujeres suecas y danesas, se etiquetan como anormales el dolor, las molestias, la irregularidad y el sangrado abundante, sin ser atendidos a pesar de las quejas de las mujeres (Blázquez y Bolaños 2017)(¹⁰⁾.

Es por todo lo anterior que decimos que la homeopatía ofrece soluciones en torno a la salud y el cuidado de la mujer teniendo en cuenta lo que la hace diferente, para ofrecer un cuidado lo más igualitario posible